El espacio de
la vida se convierte en camino cuando la ansiedad y la prisa dejan de empujar
nuestros pasos.
Así como no hay camino más largo que aquel que se vive terminado en el
instante mismo de la salida, no hay camino más corto que aquel que sólo se proyecta
hacia el final del mismo, hacia el lugar de llegada.
La Vida no se nos da para ir
a ningún sitio; es tan valiosa, algo tan sagrado, que nos da el
recorrido del vivir, la posibilidad de ser, crecer y reconocerse en un
encaminarse hacia uno mismo.
Por eso la Vida es Camino y no Meta o Destino.
La llegada no hace sino devolvernos al lugar de partida, al Seno
del cual partimos, pero al que retornamos por nuestro propio pie, al que
llegamos según el ardor de nuestros propios pasos.
Para que transitemos adecuadamente por los senderos de la vida la
mente ha de mantenerse serena y quieta y el corazón encendido y enamorado..
Sólo así el camino no será marcado por los metros andados sino por las
experiencias asimiladas conforme avanzamos y nos adentramos de veras en el
paisaje del vivir.
A veces, queriendo adentrarnos por "atajos" en este
camino de la vida nos perdemos y olvidamos que sólo cuenta por
"kilo-metros" aquel a quien el viaje le pesa y que el camino
sin "piedras" gana en rapidez lo que pierde en belleza.
VIDEOCLIP 1 (3 minutos) LA VIDA MAESTRA. http://bit.ly/2gLAV9f
(El cotidiano como proceso de realización personal)
VIDEOCLIP 2. http://bit.ly/2gUDeJv La Vida Maestra (2ª edición)
El cotidiano como "enciclopedia básica" y fuente fundamental de conocimiento.
Maestro. Escritor. Formador y conferenciante.
Autor, entre otros, de
y "El pulso del cotidiano" (2017)
publicados por la Editorial Desclée de Brouwer.