Comparto el prólogo que escribí para el sugerente libro de Almudena Ocaña recientemente publicado por la Editorial Desclée con el provocador titulo de "COMO AMANSO MIS FIERAS". Especialmente recomendable para profesores de música y de educación física pero igualmente válido y valioso para todo maestro que quiera vivir su labor como una auténtica sinfonía.
Más información sobre el libro: CÓMO AMANSO MIS FIERAS.
Más información sobre el libro: CÓMO AMANSO MIS FIERAS.
PRÓLOGO
Conocí a
Almudena en el “Congreso de Educación
Artística con énfasis en la salud y el bienestar” que tuvo lugar en
Diciembre de 2014 en Viznar (Granada), organizado por Proexdra, una asociación
que lleva más de 25 años dedicada a la formación en educación artística a
través de sus jornadas y escuelas de verano.
En este peculiar congreso interdisciplinario se quería
ofrecer un abanico de posibilidades que ampliasen el radio de acción de lo
artístico a nivel corporal, mental,
emocional y espiritual. Y digo peculiar porque allí fue el cuerpo el auténtico
protagonista de la formación. El cuerpo fue el espacio pedagógico por
excelencia, el cuaderno de trabajo, la brújula, mapa y horizonte de las
diversas propuestas y experiencias que se compartieron.
Peculiar por
el hecho de que se me encargó la conferencia inaugural que titulé “Educar, o el arte de hacer danzar la vida
en el corazón” y que impartí bien avanzado el encuentro.
Decidí
participar en el taller que impartía Almudena en esas jornadas. Me cautivó el
título: “Cómo amanso mis fieras”. Porque
intuía, como pude comprobar al conocerla y ver su manera de trabajar, y como
podrá comprobar el lector o lectora conforme se vaya adentrando en la lectura
del libro que tienes ahora en tus manos, que era un título cargado de ternura y
que escondía un profundo respeto, consideración, cuidado y atención a los
alumnos.
Entender la
educación como un “amansar” y referirse a los chavales como “fieras” no tienen
aquí la más mínima connotación peyorativa o negativa.
El amansar
de Almudena es un “domesticar”, en el
sentido que el zorro mostró al Principito. Y referirse a los alumnos como
“fieras” no es sino un modo llamativo, provocativo y sugerente de hacernos ver
que los niños y jóvenes son hoy, ciertamente, todo un reto, una tarea de alto
riesgo, una labor artística, pero sobre todo, un gesto de amor.
Cuando dijo
que todo lo que nos planteaba lo tenía recogido en un libro no dudé en
comprarlo.
Lo que
amansa las fieras de Almudena es lo que nos sedujo de ella a cuantos
participamos en su taller. Allí pudimos experimentar varias de las propuestas
que comparte en este texto.
A mí,
personalmente, me “amansó” su humildad y frescura, su espontaneidad y
naturalidad. Latidos con los que se mueve toda maestra de corazón.
He ido
comprobando con el paso de los años que, cuanto más profunda es una propuesta
pedagógica, más sencilla es. Una sencillez que, como en el caso de Almudena y
de su libro, hace asequible y manejable lo complejo.
La erudición
y amplio dominio de Almudena de las cuestiones musicales, pedagógicas y
didácticas quedaban atrás, dentro, como entre visillos, sosteniendo y dando
consistencia a un quehacer que llega al alumno como algo cercano, accesible,
sugerente y motivador.
Las
estrategias propuestas en el libro, en cuanto favorecedoras de un mayor y mejor
autoconocimiento de los alumnos y de la convivencia, pueden ser utilizadas por
cualquier maestro y no sólo por el especialista de música. Propuestas que
pueden llenar de contenido y alegría horas dedicadas a la tutoría y que incluso
pueden conformar el programa de las celebraciones festivas realizadas en el
aula e incluso en el centro.
La música es
un lenguaje universal y tremendamente poderoso. Si hay algo que hace vibrar a
los niños y jóvenes de hoy es la música. Todo maestro ha de ser musical, ha de
favorecer que los alumnos puedan escuchar la música que son por dentro y puede
tener en ella un recurso excepcional para crear determinadas atmósferas sonoras
que templen los ánimos, que favorezcan el centramiento y los aprendizajes o
que, simplemente, embellezcan los espacios y tiempos pedagógicos.
Una escuela
sin música es una escuela sin corazón, sin alma.
Música y
juego danzan continuamente en las diversas propuestas que Almudena va
compartiendo en su libro. Propuestas que ella ha vivido, con sus dificultades y
logros, a sabiendas que, y reproduzco sus propias palabras, “no debemos desesperar en nuestro empeño,
sino observar los factores que han conducido
a resultados inesperados y no considerarlos como un fracaso sino como un
indicador más para tener en cuenta en nuestra labor de investigadores, docentes
y educadores”. Concluyendo de manera tajante algo más adelante: “Aquí reside la magia de nuestra profesión”.
Las
propuestas de Almudena no sólo devuelven la alegría y el humor a la escuela.
Son propuestas que tienden a “hacer
grupo”, y por eso mismo, mejorarán el ambiente en clase y las relaciones
interpersonales de los alumnos. A más
grupo, menos conflicto.
Amansar mis
fieras es una manera de decir que nos lanzamos decididamente a que los chavales
puedan adentrarse más allá de sus conductas disruptivas aparentes, a que puedan
releer y relatar de otro modo sus experiencias pasadas escolares con las
que han formado una imagen
distorsionada, parcial e injusta de sí mismos y de los otros.
Amansar mis
fieras es una manera de plantear la pedagogía con arte y desde el arte,
destacando sus aromas creativos, sus fragancias lúdicas y, sobre todo, sus
perfumes humanos.
Amansar mis
fieras es un modo peculiar de reencontrarnos con nuestra vocación, de avivar el
fuego de nuestra pasión y entrega como maestros, en un tiempo donde nos quema
una burocracia sin sentido y nos ahogan condiciones externas cada vez más
limitadoras.
Amansar mis
fieras es mirar a los alumnos desde el corazón y a su corazón, respetarlos
desde una profunda comprensión hacia lo que viven y han vivido y mostrándoles
que hay otras maneras de ser, hablar, escuchar, compartir, escuchar, danzar… en
definitiva, de vivir, VIVIR.
Siendo este
libro tremendamente práctico, puro compartir desde la experiencia, lo más
importante de él está más allá de los recursos y dinámicas que nos ofrece.
Muchas veces
he dicho que “lo importante no es la
espada (el recurso) sino la mano que la sostiene y el corazón que la guía"
y que “un veneno en las manos adecuadas se convierte en medicina y una
medicina en las manos inadecuadas se convierte en un veneno”.
Todo
maestro, por amor a sus alumnos y por amor a sí mismo, ha de procurar la
metodología más propicia y adecuada, aquello que seduzca al alumno, que
despierte su asombro e interés.
No te
quedes, querido lector o lectora, sólo en los recursos y actividades que
Almudena nos muestra. Ábrete a escuchar la música que suena detrás de cada una
de sus palabras y propuestas. Déjate empapar por su entusiasmo y entrega.
Respira la fragancia que se desprende de su mirada a nuestra profesión y a los alumnos.
Que la
lectura de este libro te ayude a amansar,
a domesticar, a crear lazos con tus alumnos, esas “fieras” entrañables que necesitan
de tu mirada para verse a sí mismos de otra manera y de tu presencia para poder
ver en ella el reflejo de lo mejor que llevan dentro.
Y no lo
olvides: el recurso por excelencia
siempre eres tú.
JOSÉ MARIA TORO.
Autor del “EDUCAR CON CO-RAZÓN”.
Lora del Río, Mayo de
2015