José María Toro: “Educamos con el
corazón”
José María Toro es maestro de
Educación Primaria y en los últimos años ha consagrado su servicio a la vida a
través de una ingente y extensa labor educativa por toda España y América. En
este periplo, ha recalado en Tenerife unos días para desarrollar unas jornadas sobre Educación Emocional en el Colegio
Virgen del Mar, un centro que abogó por lo emocional hace ahora
seis años. El equipo de profesores de este colegio santacrucero, desde
preinfantil hasta bachillerato, ha tenido la oportunidad de participar en dos
sesiones en las que Toro ha demostrado que “se
puede educar con el Corazón”, como el señala él mismo, con el “Co-razón”.
-¿Se puede educar desde el Corazón hoy en el siglo
XXI?
Lo emocional siempre
ha ocupado un lugar en la Educación, de eso no cabe la menor duda, porque es el
cuerpo y el corazón de los niños nuestro motivo de ser. Quiero decir que las
emociones siempre han estado presentes en la escuela en el emocionar de los
niños y de los maestros. Otra cosa es que en la escuela se haya hecho explícita
la necesidad de ese abordaje de las emociones, una dimensión que hasta ahora
formaba parte de lo que se conoce
currículum
oculto,
de lo que, en cierto modo,
constituye el subsuelo de la educación.
Educar hoy en el
siglo XXI desde el corazón significa plantear una educación que permita que el
niño pueda volver a conectar, a sentir, a experienciar, en un contexto de
grupo, las emociones que yo llamo ‘Emociones con mayúsculas’, esas que
realmente nos hace humanos: la sensibilidad, la ternura, la capacidad de sentir
y ver al otro en lo profundo, una alegría serena, la paz, el sosiego, etcétera.
En este sentido, la Educación Emocional desde el corazón se basa no tanto en
hacer tareas, actividades o fichas sobre las emociones, como en que los niños
puedan de una manera consciente contactar y sentir dichas emociones y saber que
ellos pueden regular cómo están internamente a través de una experiencia de
interioridad. Se trata de una experiencia donde llevan su conciencia al Corazón
y liberan lo que tienen dentro”.
-¿Con lo emocional se puede también aportar a que el
maestro recupere su valor como maestro?
“Cierto, si el maestro logra a través de la
Educación Emocional el que un niño toque lo mejor de sí mismo, de alguna manera
eso también favorece y permite el que el maestro vuelva a reconectar con ese
alumno que puede tener una situación negativa ya que en las experiencias del
corazón el maestro va a poder volver a conectar con lo mejor de su alumno.
Después de un tiempo
trabajando en este campo, he ido observando que las maestras y maestros, los
profesores que siguen estas dinámicas emocionales han ido hallando en ellas una
ocasión y posibilidad para retomar y reavivar su vocación.
La Educación
Emocional nos ayuda a encontrarnos con el ser humano que tenemos delante, no
tanto como alumno, sino como persona. Cuando uno se hace maestro, lo hace para
lograr entregarse a la persona, a los niños y jóvenes que tiene delante. Con la
Educación Emocional nos reencontramos con esto que en algunos casos habíamos
olvidado. Esta vivencia de lo emocional, nosotros, los que ahora somos
maestros, no la tuvimos ni vivimos cuando fuimos alumnos en nuestra escuela. A
nosotros no se nos educaba en lo emocional. Ni siquiera cuando realizamos
nuestros estudios de Magisterio nadie nos dijo que existían las emociones como
ámbito pedagógico, ni se suponía si quiera que esto era competencia del
maestro. Nosotros hoy contamos con la oportunidad de educar en las emociones y
esto no sólo aporta cosas beneficiosas al niño, sino al propio maestro o
profesor. Hoy la escuela tiene que educar en emociones y valores, no cabe la
menor duda. Hemos de educar en la faceta de lo emocional, algo que hasta hace
unos años solo se hacía en la familia”.
-¿Entonces el maestro del Corazón busca la felicidad?
“Vamos más allá. En
lo emocional, un maestro del Corazón no busca la felicidad, sino que sale a
encontrarla. El que busca, busca un poco sin saber dónde se encuentra lo que
busca. En cambio el maestro del corazón sabe en qué lugar está. No somos
buscadores, somos “encontradores”, cuando
ya sabemos, por propia experiencia, que dentro de nosotros mismos, en el Corazón,
en el nuestro y en el de los niños, está eso que estamos buscando”.
-¿La Educación Emocional ya está en un estado pleno o
solo en un primer paso?
“Lo emocional está desarrollando sus primeros pasos. Esto va a ser algo mucho
más profundo y de más largo alcance ya que la escuela se hará cargo de esa dimensión
del niño como profundidad e incorporará como un ámbito fundamental de su
competencia y actuación la dimensión de la interioridad del alumno. Se trata de
llegar en diferentes pasos a la pedagogía de la interioridad, porque lo que
queremos educar del niño, lo que estamos buscando, ya lo tiene, lo tiene en su
interior, en su Corazón. Podíamos decir que ahora mismo estamos, en lo que a la
Educación Emocional se refiere, solo en los prolegómenos.
No basta con dedicarnos
a calmar superficialmente a los niños porque ahora nos encontremos con muchos
de ellos distraídos, nerviosos y con dificultades de aprendizaje o de relación.
De lo que se trata es de liberar lo
profundo del niño. Por ello, siento que sólo estamos ahora en un primer
paso y aún hay que seguir avanzando hasta llegar a una educación plena desde lo
emocional”.
-Usted emplea la distensión de la lengua. ¿En qué
consiste esa educación desde la lengua, dentro de lo emocional?
“Es una aportación
sorprendente y muy poco conocida, que radica en nuestra lengua, en nuestro
músculo bucal. La lengua es uno de los órganos del cuerpo con mayor representatividad en el cerebro. Hay una
conexión directa y muy estrecha del músculo de la lengua con todo el sistema
neuromuscular y nervioso del niño. Esto significa que un niño que está tenso,
tiene su lengua tensa. Lo que quiere decir que si yo soy capaz de distender, de
soltar la tensión de su lengua, todo el sistema muscular y nervioso del niño se
distiende también. Pero no se trata de relajar
a los niños, sino de que los alumnos estén en el tono justo para cada momento o tarea que necesitan realizar. Por lo
tanto, puedo afirmar, después de más de 30 años de experiencia al respecto, que
la lengua es una gran herramienta para la
distensión de los niños y está llamada a ser un recurso fundamental para la acción pedagógica de un maestro, y no
sólo en el ámbito de lo emocional”.
-¿Canarias dónde está en cuanto a la educación emocional?
“Canarias es actualmente la única Comunidad
Autónoma del Estado que cuenta con una asignatura, con un currículum y un
horario específicamente dedicados a la Educación Emocional. Por ello, Canarias
está siendo un referente y es ahora mismo la punta de lanza de una apuesta que espero
se vaya extendiendo a otros territorios nacionales. La experiencia que tenemos
ahora mismo de los niños canarios que están viviendo esta nueva asignatura, nos lleva a
reafirmar que lo emocional es un aporte importantísimo para el alumno y para la
escuela. Algo que he podido experimentar y comprobar estos días con el trabajo
que llevan a cabo en el Colegio Virgen del Mar de Santa Cruz de Tenerife.
Lo emocional, las
Emociones que nos hacen realmente humanos, son un tesoro que vamos a seguir
encontrando cada vez que acompañemos a los niños y jóvenes a ese espacio
insondable, misterioso, maravilloso y mágico que es su Corazón”.