viernes, 2 de mayo de 2014

Un tipo difer-riente o de la vida del salmón.

Un tipo difer-riente o de la vida del salmón

No cabe duda que la vida del salmón es asombrosa. Excepto para los propios salmones.
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Pero a nosotros los humanos nos fascina eso de remontar un rio para desovar en el mismo lugar donde se nació. Más allá del prodigioso mecanismo por el cual se orientan para encontrar el rio por el que descendieron, podemos incluso dotar a este fenómeno de un cierto sentido épico.
Pero en lugar de antropomofirzar la vida de los salmones esta vez quiero salmonizar la vida de una persona. Porque la imagino como un tipo, que diciendo cosas ya poco habituales, nada, en la educación y en la vida, contracorriente.
Hace pocas semanas una compañera me dijo un martes: “Mira que charla anuncian en mi pueblo para mañana”. Se titulaba “Educar con el co-razón”. Efectivamente me pareció un título muy sugerente. Le pregunté quien la daba pero no supo decirme y la cosa quedo ahí.
El jueves siguiente, cuando mi compañera llegó, empezó a hablarme entusiasmada de la charla a la que finalmente había podido asisitir. No supo explicarme el contenido concreto pero estaba encantada. Parecía que había estado más en un espectáculo que en una conferencia. Esta vez sí supo decirme el ponente: José Maria Toro.
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Así que cuando tuve un rato entré en Internet y puse el nombre del tipo. Descubrí que José María es maestro (mejor que profesor) pero que desde hace un tiempo se dedica a transmitir sus ideas sobre educación (básicamente escolar pero también familiar, social, etc) allí donde le invitan y a desarrollarlas en talleres y experiencias pedagógicas. Encontré muchas referencias y videos. Y sobre todo sus varios libros publicados en una editorial que sigo habitualmente: Desclée de Brouwer.
Es misma tarde, ya en casa, pude entrar a la propia web de José María y ver alguno de los videos (recomiendo, por ejemplo, éste) de entrevistas y charlas que circulan por la red. Y lo que descubrí en poco más de una hora es la mayor concentración posible de lo que yo llamo, y ya he explicado en este blog,”ideas sugerentes e indelebles” Es decir, ideas expresadas de una forma que te impactan y ya no se te olvidan en toda la vida. Son además ideas expansivas pues a partir de rumiarlas empiezas a descubrir cosas que van más allá de lo que la propia idea expresa.
Esa tarde (y en sucesivos días) recibí tantas de estas ideas de José María Toro que me cuesta poner algún ejemplo, pero me imagino que el post requiere alguno. Desde la idea misma de “Co-razón” para dinamitar la separación artificial entre lo racional y lo afectivo; a la idea, obvia pero silenciada, de que el o la maestra tienen que ser personas equilibradas o la también aplastante idea de que en educación (del tipo que sea) no es necesario que la vocación sea un punto de partida pero sí un punto de llegada (impresionante su crítica divertida y despiadada a un folleto de una Academia que prepara las oposiciones para plazas de magisterio)
El viernes por la tarde ya me había comprado en formato electrónico los cuatro libros que José María tiene en DDB y el domingo me descubrí usando dos de sus ideas en dos momentos distintos y en un contexto no educativo. Pensé que tenía que hacer un post para quien no lo conozca pero otros quehaceres y otros posts se cruzaron en mi camino.
Sin embargo, ayer mismo,  en el tiempo de espera del Centro de Salud y teniendo que revisar un curso que volveré a impartir el próximo mes (Bienestar en la miseria. Claves de psicología positiva para interventores sociales) seguí leyendo en mi móvil uno de sus libros que le venía al pelo (“DESCANSER, DESCANSAR PARA SER. Propuestas para liberarnos del secuestro del descanso”) Y volví a, como decían antes pero a mi se me ha quedado, a “alucinar en colores”. Con, por ejemplo, la idea de la diferencia, esta vez poco obvia pero tremenda, entre descanso y diversión o distracción o turismo o no tener que trabajar. Pero sobre todo con su propuesta para combatir diferentes tipos de cansancio con otro de sus queridos juegos de palabras, o mejor juegos, con palabras: DES-HACER, NO HACER y RE-HACER. Esto entra en el curso. Fijo.
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Así que esta vez he dejado en la cuneta otros proyectos de post para sacar éste. O reviento. Y sobre todo porque voy a citar tanto a José Maria a partir de ahora que, si seguís el blog, le vais a coger manía.
Y es que, aunque no lo conozco (sí un poquito a una persona muy importante para él) me lo imagino como un salmón.
En los remansos tranquilos de su infancia se fraguó su vocación de maestro, descendió el rio atravesando los avatares de su formación para llegar a serlo. Y tras unos años en el mar de la enseñanza reglada ha comenzado el retorno, contracorriente, al ser profundo de su vocación.
Para ello tiene que enfrentarse a muchas fuerzas que arrastran como la de la “tecnología educativa” con sus programaciones y objetivos de todo tipo. O evitar los zarpazos de un oso disfrazado de inspección educativa o administración escolar. Cada vez que le leo o escucho me lo imagino saliendo del agua en un portentoso salto y aprovechando para lanzarnos una de esas ideas que nos ayuden a ,como creo que él mismo diría, conectarnos con nosotros mismos y con los demás.
Podría parecer que Jose María es un nostálgico. No lo creo, incluso lo contrario. Pero al menos no es como muchos otros que idolatran al becerro de oro de la modernidad desdeñando cualquier cosa “de lo de antes”.
Por eso he querido hacerle un guiño con su propio estilo y le he llamado un tipo DIFER-RIENTE porque ha conseguido ser diferente a base de cosas corrientes (como Cesar Millán que ha triunfado diciéndole al mundo “Señores y señoras, un perro es un perro, no una persona”) O porque es diferente yendo a contracorriente. O simplemente porque en sus charlas, sonrie y hace reir, haciéndote pensar.
Sus libros están (virtualmente) en mi estanteria de salmónidos. Gente como Carl Honoré (“Elogio de la lentitud” o “Bajo presión”) o Catherine L´Ecuyer (“Educar en el asombro”) o Alain de Botton (“Religión para ateos” o “Cómo pensar más en el sexo”) Gente que se atreve a decir cosas tan sensatas que, con tanta globalización y capitalismo feroz, se han arrinconado en el armario de los trastos.
Sólo le deseo que siga su recorrido rio arriba y que el fruto de su esfuerzo sean cientos y cientos de nuevos profesionales de la educación con alma de salmón. Y no de salmonete.
Co razon
(Reconozco que a veces he pensado que José Mª Toro debía ser la reencarncación contemporánea y española del profesor japonés Toshiro Kanamori del famoso documental “Pensando en los demás”. Un tipo capáz de decirle a sus alumnos y alumnas que van a la escuela a ser felices y que sabe que en las dificultades de la vida lo más importante que tenemos son los vínculos que nos unen a los demás, y por tanto su prioridad es que sus chicos y chicas se conecten para toda la vida)

                                                               Autor:  F. Javier Romeu Soriano

 Enlace al blog, fuente del texto. 

La relación de ayuda desde el fenómeno de la resiliencia.



2 comentarios:

  1. Hace justicia con su comentario, eres tannnespecial que seres como tu se vuelven imprescindibles, los niños y sus maestros y también sus familias te necesitamos... hoy más que nunca... besitos de colores

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  2. José María. Gracias por cambiar mi manera de ESTAR, en el cole y en mis paseos, por hacerme comprender que enseñar y aprender cada día, desde el CORAZÓN,desde la EMOCIÓN, es el camino a seguir en el cole y en la vida.
    Gracias de nuevo, amigo y maestro.
    Javier Grau.

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