Todo descanso puede ser acogido como momento sagrado,
como ocasión propicia para mirar, reconocer, aceptar y bendecir todo el trabajo
realizado. Al descansar comprendemos que la labor ha sido culminada, aunque
haya quedado inconclusa y que, por tanto, podemos retirarnos de ella para
acercarnos algo más a nosotros mismos.
Cuando nos hemos entregado a lo que hemos hecho, a
pesar de nuestras carencias y limitaciones y, a veces, gracias a ellas, el
descanso se nos acerca como promesa merecida, como invitación a mirar lo que
hemos realizado y, sobre todo, cómo hemos crecido y nos hemos derramado en
nuestras tareas y trabajos.
Descansar adecuadamente es un modo extraordinario de
“bendecir” el trabajo hecho con amor y las tareas realizadas como formas de
entrega. Cuando mi trabajo es ofrenda, el descanso es regalo. Si el trabajo es
un modo de entregarse, el descanso que le complementa ha de ser una manera de
recuperarse. En el trabajo nos entregamos al mundo. En el descanso nos
entregamos a nosotros mismos. Si con nuestro trabajo damos y ofrecemos, en el
descanso hemos de disponernos a recibir.
El descanso espiritual, el ocio
realmente creador es aquél en el que desde el reposo y envueltos por el
silencio nos entregamos a recibirlo todo como regalo: las caricias del aire,
los rayos de sol, los sorbos de una bebida fresca, los bocados de un plato
sabroso, las miradas, las sonrisas, un paisaje hermoso, las conversaciones
amigas, los viajes a lugares inéditos, el regreso a los espacios familiares...
Todo eso está ahí reposando en nuestros descansos. Todo eso se nos da, no como
un mero ajuste de cuentas, como pago o devolución por nuestros esfuerzos sino
como gesto de justicia cósmica, como consecuencia natural de nuestra entrega amorosa
y como don que la Vida
derrama sobre nuestros corazones.
No descansar es una forma de profanar el trabajo. El
descanso dignifica y resalta los trabajos que le preceden y adecenta y
embellece las tareas que le siguen. Con mi descanso bendigo lo hecho y con mi
reposo santifico mis trabajos. Al bendecir lo hecho bendigo las manos que
obraron, el corazón que sostuvo la acción
y el espíritu que la alentó.
Las vacaciones no son sino ocasión para mirar con
honestidad y ternura todo lo hecho y dejar que sean ahora el descanso y el
silencio los que nos rehagan por entero.
Texto del libro: MI ALEGRÍA SOBRE EL PUENTE.
Mirando la vida con los ojos del corazón
Un libro para que sea tu corazón el que se asome al mundo a través de la ventana de tus ojos.
Videoclip 1. http://bit.ly/1zDGpoF
Videoclip 2. http://bit.ly/1z9fLnI
JOSÉ MARÍA TORO. Maestro. Escritor. Formador y conferenciante.
Autor, entre otros, de:
"Educar con Co-razón" (19ª ed.) http://bit.ly/2E9xt87
"La Sabiduría de Vivir" (4ª ed.) http://bit.ly/2nRusOR
"Descanser. Descansar para Ser" (3ª ed.) http://bit.ly/2scCib8
"La Vida Maestra" (2ª ed.) http://bit.ly/2gY46JQ
"Mi alegría sobre el puente.Mirando la vida con los ojos del corazón" (2015) http://bit.ly/2GZKaAi
"El pulso del cotidiano. Ser-Hacer-Vivir-Realizarse" (2017)
publicados por la Editorial Desclée de Brouwer.
Información SOBRE EL AUTOR:
http://www.edesclee.com/index.php/man...
FACEBOOK. "José María Toro Alé" https://www.facebook.com/josemariatoro
TWITTER: @josemariatoro
Canal Youtube: http://www.youtube.com/jomato1961
El descanso siempre le sienta bien a todo el mundo aunque cada persona lo ejerza a su manera.
ResponderEliminarAhora que voy a descanser pondré la semilla del trabajo de mañana. GRACIAS José María.
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