Un blog para compartir latidos de entrega a la Vida y, más específicamente, a la tarea más noble y de más alta responsabilidad: EDUCAR.
Una puerta que se abre para adentrarnos en el reconocimiento de lo que nuestro Corazón ha sabido siempre.
Rocío Celis. ELDÍA.ES. 17 Abril 2015 Uno de los autores que he descubierto recientemente asegura que "el ritmo alterado en el que se mueve nuestra sociedad está configurando niños alterados". José María Toro es quien firma esta aseveración en un capítulo de su libro "Educar con co-razón" que ha llamado "Lentificación, silencio y paciencia". Toro ha escrito otros libros en los últimos años, pero este, que editó por primera vez en 2005, es su libro estrella, del que se han publicado reediciones todos los años desde entonces. Este mío es del año pasado.
José María Toro es maestro. Ahora en excedencia voluntaria porque se dedica a ofrecer charlas y talleres sobre su forma de impartir y enfocar la educación. El suyo me ha parecido un libro que rebosa sensibilidad por los cuatro costados y, sin tratar de convencer, comparte alternativas educativas para docentes y padres y madres que buscan respuestas a los muchos y profundos interrogantes que la difícil tarea de educar les plantea día a día. Para Toro, "ser maestro es algo más que enseñar". Le gusta "jugar" con las palabras. Que se entienda "jugar" en el mejor sentido del término. Me refiero a ese intercambio que hace de letras o sílabas, o a ese guion que intercala en medio de un vocablo, buscando la raíz etimológica o tratando de mostrarnos que las palabras encierran en su escritura misma, en su expresión escrita, todo un universo de sentidos. Para entenderlo bien, es mejor leerse el libro.
En el capítulo que expongo al principio, cuenta que "poco a poco" fue aprendiendo a "no tener prisa", y cómo fue haciendo "el ritmo de la clase más lento". Él lo denomina "lentificación", un "ritmo sostenido, relajado pero intenso". Y asegura que "lentificar la dinámica no significó una reducción o un empobrecimiento del nivel o la intensidad con la que se desarrollaban las actividades" con sus alumnos, sino que más bien ocurrió todo lo contrario.
Hay un interesante experimento mostrado en un vídeo titulado "La creatividad y los niños" que puedes encontrar en Youtube. Los autores explican que sus clientes les preguntan cómo trabajar más en menos tiempo y ellos les envían este vídeo. A un grupo de niños y niñas se les pide que completen el dibujo de un reloj del que solo se ven las manecillas y poco más, y que lo hagan en solo diez segundos. Luego se les pide que dediquen al dibujo diez minutos. Este último resultado nada tiene que ver con el anterior. Los primeros dibujos simplones se convierten en un derroche de imaginación en formas, colores y detalles. La conclusión de los investigadores es que "la creatividad no está inspirada por la presión del tiempo, sino por la alegría de la libertad y la diversión". Es decir, sin presión, somos creativos. Las prisas nos mutilan las nuevas ideas.
No sé bien a consecuencia de qué son estas prisas no ocasionales que padecemos y contagiamos. O quién fue el primero en poner en valor nuestras agendas repletas de tareas y nos dijo que esa era la única forma de aprovechar el tiempo. Cómo fue que perdimos el sentido y la necesidad de la pausa, de la paciencia (o "ciencia de la paz", como la llama Toro) o el descanso. Qué convirtió el resultado en obsesión y el agobio en tirano.
Lo que empiezo lentamente a entender es que tomar el tiempo necesario no es ya una cuestión de salud, que también, o de vivir mejor, que también. Es la forma de ser creativos, incluso intensamente creativos. Ya sea para inventar buenas ideas o para encontrar salida a los conflictos. Es la forma, qué paradoja, de ganar el tiempo mismo.
De todos es sabido que EABE viene de Encuentro Andaluz de Blogs Educativos, pero cuando le intentamos explicar a algún colega de qué va esto del EABE… empiezan los titubeos.
Hace ya tiempo que nuestro acrónimo no responde a su origen, y aunque
muchos de los asistentes sean blogueros, y sea también verdad que se
celebra en Andalucía, lo cierto del todo es que es un Encuentro
Educativo, y que tiene mucho que ver con la innovación.
Los niños usan las posiciones del cuerpo en el espacio para conectar ideas.
Investigadores de la Universidad de Indiana (IU), en EEUU, han
descubierto que la postura resulta crítica en las primeras etapas de la
adquisición de nuevos conocimientos.
El hallazgo fue realizado gracias a
un robot, que fue usado como modelo del aprendizaje en niños.
El
estudio, liderado por la psicóloga Linda Smith y realizado en
colaboración con un experto en robótica de Inglaterra y un psicólogo
evolutivo de la Universidad de Wisconsin-Madison, ofrece un nuevo
enfoque para
el estudio de la relación entre los "objetos de la cognición" (como
palabras o recuerdos de objetos físicos) y las posturas corporales.
"Este estudio muestra que el cuerpo juega un papel al principio del aprendizaje; y también cómo usan los niños las posiciones del cuerpo en el espacio para conectar ideas", explica Smith en un comunicado de la IU.
La posición es clave
Un
aspecto curioso del estudio es que, además de con bebés, se hizo
también con un robot, que fue usado como modelo de los niños. Este
modelo fue desarrollado gracias a la "robótica epigenética", una
disciplina que se ocupa de crear robots que aprenden y se desarrollan
como niños, a través de la interacción con su entorno.
En este caso, también a partir de las limitaciones físicas y las capacidades del cuerpo del robot.
Los investigadores examinaron, a través de los bebés y de dicho robot,
el papel de la posición corporal en la capacidad del cerebro para
"mapear" los nombres de objetos. Descubrieron
así que la coherencia entre la posición del cuerpo y la relación
espacial con un objeto o con el nombre de un objeto dicho en voz alta
resultaba crítica para conectar correctamente el nombre del objeto con
el objeto en cuestión. "Diversos estudios sugieren que la memoria está estrechamente ligada a la ubicación de un objeto", explica Smith. "Ninguno,
sin embargo, han demostrado que la posición corporal juegue un papel o
que, si se cambia esa posición, podamos olvidar".
Experimentos realizados
Para
llegar a estas conclusiones, los científicos realizaron una serie de
experimentos, primero con robots programados para asignar el nombre a un
objeto, a través de su asociación con una postura; y después con niños
de entre 12 y 18 meses.
En uno de los
experimentos, en primer lugar se le mostró a un robot un objeto situado a
su izquierda, y luego otro diferente situado a su derecha. El proceso
fue repetido varias veces, para crear una asociación entre los objetos y
ambas posturas del robot.
Después de esto, los
investigadores presentaron ambos objetos en las dos localizaciones, a
medida que iban repitiendo sus nombres. Esto provocó que el robot se
girase y se desplazase hacia el objeto asociado a cada nombre.
De manera consistente, el robot indicó una conexión entre el objeto y
su nombre durante las 20 repeticiones del experimento. Pero en tests
subsiguientes, donde los objetos fueron colocados indistintamente en
ambas localizaciones –así que no estuvieron asociados con una postura
específica- el robot falló en el reconocimiento.
Cuando se
replicó esta prueba con niños, se hallaron solo ligeras diferencias en
los resultados: Los datos de los pequeños, como los del robot, revelaron
una relación entre su postura y el aprendizaje de los nombres de los
objetos.
Smith concluye, a partir de estos resultados, que sus experimentos "pueden
proporcionar una nueva manera de investigar la conexión entre cognición
y cuerpo; así como nuevas pruebas de que las entidades mentales -como
los pensamientos, las palabras o las representaciones de objetos- que
parecen no tener un componente espacial o corporal, en primer lugar
toman forma (en nuestra mente) a través de la relación espacial del cuerpo con el mundo que nos rodea".
La
investigadora añade que serán necesarios estudios adicionales para
determinar si estos resultados son aplicables solo a los niños o, por el
contrario, existe una relación generalizada entre el cerebro, el cuerpo
y la memoria.
El
estudio también puede proporcionar nuevos enfoques a la investigación
sobre trastornos del desarrollo que provocan tanto dificultades en la
coordinación motora como en la cognición.
Con este sencillo y
profundo relato se abre mi nuevo libro, una antología de textosque quieren devolver la alegría a nuestra
contemplación del mundo y a nuestro cotidiano vivir. El libro recopila y
reorganiza, en torno al símbolo del puente y al valor de la alegría, algunos de los textos que he ido escribiendodesde 2008 al 2014.
Es por tanto un libro
para leer por donde nuestro corazón lo abra en cada momento si bien cuenta al
final con un índice temático que facilita una lectura intencional o específica
en torno a 9 aspectos nucleares: creatividad; cuerpo y emoción; descanso,
meditación y silencio; educación; las estaciones; mirada; las palabras; tiempo;
trabajo, servicio y compromiso con la vida.
Cada página es una
invitación a acercarnos, intuir, sentir y ver eso esencial que sólo puede
mirarse con los ojos del corazón.
Recuperar la mirada del corazón es hoy una necesidad epistemológica y una
urgencia política. La lectura de estas páginas puede devolver a sus lectores
una mirada comprometida, serena, redentora, alegre y cargada de belleza.
Para ver VIDEOCLIP 1.
Extracto audio entrevista programa Singulars, TV
Música: Manú Conde. Tema: La Inocencia
¿Qué es la sabiduría?
El
arte de vivir. No el arte de hacer cosas, el arte de vivir...
Se puede
vivir sin hacer muchas cosas, y se puede hacer muchas cosas sin saber
vivir.
La mayoría de la gente que ahora uno ve por la calle sabe hacer
muchas cosas, se mueve todo el día, está agitada todo el día, y no sabe
vivir.
Hoy, en gran parte, el hombre de una ciudad civilizada y
urbanizada es un servidor del sistema y de las máquinas, porque cuando
tiene que ocuparse del coche, de la lavadora, de lo otro y de lo de más
allá, se pasa el día alimentando cosas y sosteniendo cosas, cuando
sencillamente podría vivir mejor.
Porque lo que no está claro son los
fines. ¿Cuáles son los fines de la vida?, ¿para qué vivimos?, ¿para qué
estamos vivos?
Estamos vivos para vivir, para hacernos, para
realizarnos, para dar de cada uno de nosotros todo lo que puede dar,
porque así tendrá todo lo que pueda recibir.
Pero para que esto empiece
hace falta libertad. Y para tener libertad, no libertad de expresión, lo
que hay que tener es libertad de pensamiento, porque si usted no tiene
libertad de pensamiento, da igual que hable o diga lo que quiera.
El
poder se asegura de que no tengamos libertad de pensamiento, para eso
nos educa, para que pensemos lo que él quiere que pensemos.
Y entonces,
cuando consigue que nosotros pensemos lo que él quiere que pensemos, y
eso lo consigue en la infancia, cuando enseña la doctrina, cuando enseña
los principios; lo consigue en la sociedad con el ambiente general, con
los principios, la publicidad, el mercado, etc.
Cuando consigue que la
gente piense lo que el poder quiere que piense, resulta que, si no
tenemos libertad de pensamiento, no tenemos libertad de expresión, y no
nos educan para tener libertad de pensamiento.
Y cuando tengamos eso,
podremos pensar en los fines de la vida, porque los fines de la vida no
son aumentar en dinero y en gasto y en diversión, no es eso. Es ganar en
satisfacción personal, ser más lo que uno es.
El tiempo no es oro, el tiempo es vida.
José Luis Sampedro.
José Luis Sampedro Sáez (Barcelona, 1 de febrero de 1917 – Madrid, 8 de abril de 2013) fue un escritor, humanista y economista español
que abogó por una economía «más humana, más solidaria, capaz de
contribuir a desarrollar la dignidad de los pueblos». En 2010 el Consejo de Ministros le otorgó la Orden de las Artes y las Letras de España
por «su sobresaliente trayectoria literaria y por su pensamiento
comprometido con los problemas de su tiempo». En 2011 se le concedió el Premio Nacional de las Letras Españolas.