sábado, 27 de febrero de 2016

Cómo amanso mis fieras. Prólogo de José María Toro al libro de Almudena Ocaña.


 Comparto el prólogo que escribí para el sugerente libro de Almudena Ocaña recientemente publicado por la Editorial Desclée con el provocador titulo de "COMO AMANSO MIS FIERAS". Especialmente recomendable para profesores de música y de educación física pero igualmente válido y valioso para todo maestro que quiera vivir su labor como una auténtica sinfonía.
Más información sobre el libro: CÓMO AMANSO MIS FIERAS.
                                                                          PRÓLOGO
Conocí a Almudena en el “Congreso de Educación Artística con énfasis en la salud y el bienestar” que tuvo lugar en Diciembre de 2014 en Viznar (Granada), organizado por Proexdra, una asociación que lleva más de 25 años dedicada a la formación en educación artística a través de sus jornadas y escuelas de verano.
En este  peculiar congreso interdisciplinario se quería ofrecer un abanico de posibilidades que ampliasen el radio de acción de lo artístico  a nivel corporal, mental, emocional y espiritual. Y digo peculiar porque allí fue el cuerpo el auténtico protagonista de la formación. El cuerpo fue el espacio pedagógico por excelencia, el cuaderno de trabajo, la brújula, mapa y horizonte de las diversas propuestas y experiencias que se compartieron.
Peculiar por el hecho de que se me encargó la conferencia inaugural que titulé “Educar, o el arte de hacer danzar la vida en el corazón” y que impartí bien avanzado el encuentro.
Decidí participar en el taller que impartía Almudena en esas jornadas. Me cautivó el título: “Cómo amanso mis fieras”. Porque intuía, como pude comprobar al conocerla y ver su manera de trabajar, y como podrá comprobar el lector o lectora conforme se vaya adentrando en la lectura del libro que tienes ahora en tus manos, que era un título cargado de ternura y que escondía un profundo respeto, consideración, cuidado y atención a los alumnos.
Entender la educación como un “amansar” y referirse a los chavales como “fieras” no tienen aquí la más mínima connotación peyorativa o negativa.
El amansar de Almudena es un “domesticar”, en el sentido que el zorro mostró al Principito. Y referirse a los alumnos como “fieras” no es sino un modo llamativo, provocativo y sugerente de hacernos ver que los niños y jóvenes son hoy, ciertamente, todo un reto, una tarea de alto riesgo, una labor artística, pero sobre todo, un gesto de amor.
Cuando dijo que todo lo que nos planteaba lo tenía recogido en un libro no dudé en comprarlo.
Lo que amansa las fieras de Almudena es lo que nos sedujo de ella a cuantos participamos en su taller. Allí pudimos experimentar varias de las propuestas que comparte en este texto.
A mí, personalmente, me “amansó” su humildad y frescura, su espontaneidad y naturalidad. Latidos con los que se mueve toda maestra de corazón.
He ido comprobando con el paso de los años que, cuanto más profunda es una propuesta pedagógica, más sencilla es. Una sencillez que, como en el caso de Almudena y de su libro, hace asequible y manejable lo complejo.
La erudición y amplio dominio de Almudena de las cuestiones musicales, pedagógicas y didácticas quedaban atrás, dentro, como entre visillos, sosteniendo y dando consistencia a un quehacer que llega al alumno como algo cercano, accesible, sugerente y motivador.
Las estrategias propuestas en el libro, en cuanto favorecedoras de un mayor y mejor autoconocimiento de los alumnos y de la convivencia, pueden ser utilizadas por cualquier maestro y no sólo por el especialista de música. Propuestas que pueden llenar de contenido y alegría horas dedicadas a la tutoría y que incluso pueden conformar el programa de las celebraciones festivas realizadas en el aula e incluso en el centro.
La música es un lenguaje universal y tremendamente poderoso. Si hay algo que hace vibrar a los niños y jóvenes de hoy es la música. Todo maestro ha de ser musical, ha de favorecer que los alumnos puedan escuchar la música que son por dentro y puede tener en ella un recurso excepcional para crear determinadas atmósferas sonoras que templen los ánimos, que favorezcan el centramiento y los aprendizajes o que, simplemente, embellezcan los espacios y tiempos pedagógicos.
Una escuela sin música es una escuela sin corazón, sin alma.
Música y juego danzan continuamente en las diversas propuestas que Almudena va compartiendo en su libro. Propuestas que ella ha vivido, con sus dificultades y logros, a sabiendas que, y reproduzco sus propias palabras, “no debemos desesperar en nuestro empeño, sino observar los factores que han conducido  a resultados inesperados y no considerarlos como un fracaso sino como un indicador más para tener en cuenta en nuestra labor de investigadores, docentes y educadores”. Concluyendo de manera tajante algo más adelante: “Aquí reside la magia de nuestra profesión”.
Las propuestas de Almudena no sólo devuelven la alegría y el humor a la escuela. Son propuestas que tienden a “hacer grupo”, y por eso mismo, mejorarán el ambiente en clase y las relaciones interpersonales de los alumnos. A más grupo, menos conflicto.
Amansar mis fieras es una manera de decir que nos lanzamos decididamente a que los chavales puedan adentrarse más allá de sus conductas disruptivas aparentes, a que puedan releer y relatar de otro modo sus experiencias pasadas escolares con las que  han formado una imagen distorsionada, parcial e injusta de sí mismos y de los otros.
Amansar mis fieras es una manera de plantear la pedagogía con arte y desde el arte, destacando sus aromas creativos, sus fragancias lúdicas y, sobre todo, sus perfumes humanos.
Amansar mis fieras es un modo peculiar de reencontrarnos con nuestra vocación, de avivar el fuego de nuestra pasión y entrega como maestros, en un tiempo donde nos quema una burocracia sin sentido y nos ahogan condiciones externas cada vez más limitadoras.
Amansar mis fieras es mirar a los alumnos desde el corazón y a su corazón, respetarlos desde una profunda comprensión hacia lo que viven y han vivido y mostrándoles que hay otras maneras de ser, hablar, escuchar, compartir, escuchar, danzar… en definitiva, de vivir, VIVIR.
Siendo este libro tremendamente práctico, puro compartir desde la experiencia, lo más importante de él está más allá de los recursos y dinámicas que nos ofrece.
Muchas veces he dicho que “lo importante no es la espada (el recurso) sino la mano que la sostiene y el corazón que la guía"  y que “un veneno en las manos adecuadas se convierte en medicina y una medicina en las manos inadecuadas se convierte en un veneno”.
Todo maestro, por amor a sus alumnos y por amor a sí mismo, ha de procurar la metodología más propicia y adecuada, aquello que seduzca al alumno, que despierte su asombro e interés.
No te quedes, querido lector o lectora, sólo en los recursos y actividades que Almudena nos muestra. Ábrete a escuchar la música que suena detrás de cada una de sus palabras y propuestas. Déjate empapar por su entusiasmo y entrega. Respira la fragancia que se desprende de su mirada a nuestra profesión  y a los alumnos.
Que la lectura de este libro te ayude a amansar, a domesticar, a crear lazos con tus alumnos, esas “fieras” entrañables que necesitan de tu mirada para verse a sí mismos de otra manera y de tu presencia para poder ver en ella el reflejo de lo mejor que llevan dentro.

Y no lo olvides: el recurso por excelencia siempre eres tú.
 
JOSÉ MARIA TORO.
Autor del “EDUCAR CON CO-RAZÓN”.
Lora del Río, Mayo de 2015


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