Manifiesto por una Nueva Educación.
1 Aprendemos a
escuchar lo que los niños del mundo nos piden para su educación. Escuchemos lo que necesitan aunque no sean capaces de expresarlo.
2
Honremos nuestro origen, la educación de la que venimos y comencemos a andar hacia el futuro, nuestro tiempo, nuestro destino.
3
Desarrollo holístico. Aprendamos a
mirar despiertos al hombre en su conjunto. Nuestra cabeza piensa,
nuestro corazón siente, nuestro cuerpo se mueve y conecta con el mundo y
nuestro espíritu busca su esencia. Todo ello necesita el alimento de
la educación.
4 Aprendemos a
acompañar serena y
confiadamente a los niños, en la confianza de todo lo bueno que está por
venir. No podemos proyectar ni dirigir en ellos nuestros propios
anhelos, aspiraciones y proyectos ya que un niño es un modelo de persona
único e irrepetible con un potencial que puede que no esté de acuerdo
con nuestras expectativas.
5 Aprendemos
más cerca de la alegría, lo sencillo y lo positivo. Aprendemos y retenemos mejor aquello que nos ha divertido, emocionado y atraído. Reír no quita valor a lo que hacemos.
6
Respetemos el tiempo que se necesita para crecer despacio y tranquilo.
Cuando estén maduros llegaran a todo. Arrastrarse, columpiarse,
trabajar con las manos, hacer crecer la imaginación, son tareas
fundamentales en el desarrollo neurológico del niño. Ocupémosles en
aquello que puedan entender y hacer por si mismos, así nunca dudaran de
sus capacidades y autonomía.
7
Demos sentido a lo que hacemos. Que el currículum escolar dé respuesta a aquello a lo que van despertando, a su curiosidad, a su deseo natural de aprender.
Acerquemos a la vida y a lo concreto todo aquello que aprendemos.
8
Aprendemos practicando, experimentando, viviendo lo que hacemos.
Respetemos la condición natural del niño que es preguntar, tocar,
explorar, recrear, jugar y moverse. Estas deben ser herramientas
fundamentales de su aprendizaje. No es lo mismo hablar de un kilómetro
que andarlo.
En la adolescencia no debemos asustarnos de sus críticas e
inquietudes, démosles un sitio, su gran reto es transformar el mundo
9
Aprendemos a gestionar nuestras emociones.
Saquemos del corazón el mejor partido. Vivimos en nuestras emociones y
son nuestro lazo de conexión con el mundo. No debemos perdernos en
ellas. Aquello que reconozcamos, amemos y respetemos en nosotros,
reconoceremos, amaremos y respetaremos en los demás.
10 Fomentemos el
pensamiento vivo, la
creatividad, la capacidad esencial del ser humano.
El
desarrollo artístico, en la vertiente que sea, enriquece nuestras vidas y saca lo mejor de nosotros.
11 Aprendemos a
cuidar nuestro cuerpo,
templo sagrado de lo que somos. A través de él nos expresamos y
vivimos. Aprendamos a bailar, cantar, correr y respirar serenamente y
consciente en él.
12 Aprendemos a
reconocer nuestro potencial,
aquello que nos distingue de los demás y que ponemos a su servicio.
Todos tenemos algo bueno que ofrecer al mundo. Nuestro objetivo
principal debe ser el
autoconocimiento.
13 Aprendemos del
compromiso con la naturaleza
pues ella despierta nuestra curiosidad y ganas de aprender, nos ordena y
nos conecta con todo lo que existe. El respeto y cuidado de ella son
valores inaplazables que hacen más grande al hombre.
14 Aprendemos
a respetar los animales,
crezcamos cerca de ellos. Ellos nos han acompañado siempre y nos
enseñan cada día a cuidar este planeta que nos sostiene. Compartimos
viaje y debemos
honrar su compañía
15 Aprendemos como adultos a
dar ejemplo
pues, si amamos lo que hacemos, los niños también lo amarán, si les
respetamos, nos respetarán, si nos convertimos en un modelo para ellos,
les habremos ganado para siempre.
Nuestra autoridad está en nuestra verdad.
16 Hagamos de la
escuela un enorme paraguas donde quepamos y participemos todos, padres, madres, maestros, maestras y todo el que quiera un lugar,
a salvo de juicios y competitividad, ocupados en la tarea de mejorar lo que somos y lo que hacemos.
17
No dejemos a nadie en el camino. Hay un lugar para cada uno de nosotros, hay una forma única de aprender y de ser que hay que desarrollar y respetar.
Todos somos diferentes y necesarios, todos somos bienvenidos a esta maravillosa tarea de crear el mundo.
18 Aprendemos a ser libres.
Nuestra libertad es nuestra riqueza,
pues aquello que elegimos ser y que los demás nos ayudan a desarrollar
es nuestra aportación al grupo. Libertad para construir lo que somos, la
mejor posibilidad de mí, la mejor posibilidad de ti.
1 Aprendemos a ser paz.
Queremos la paz y la buscamos.
Si todos somos lo mismo ¿Por qué enfadarnos? Debemos entendernos, no
juzgarnos, debemos conectar con lo que nos une, no con lo que nos
separa. Lo que somos debemos usarlo para la paz.
20
Conectemos con nuestra humanidad pues ella nos conecta con todos los seres de la tierra. Conectemos con nuestra
energía donde todo es posible. Conectemos con nuestra luz pues en ella iluminamos al mundo. ¡No olvidemos que...!
"NUESTRO DESTINO ES SER UNIVERSO"